viernes, febrero 08, 2013

LETICIA (AMAZONA COLOMBIANO)






Por ENRIC RIVERA
Leticia es uno de los lugares más fascinantes de la zona colombiana del Amazonas. Es vegetación en estado puro. Es una rica fauna dotada de 121 especies endémicas de mamíferos y 452 de aves. Es, sin ninguna clase de dudas, el pulmón más importante del mundo. Un pulmón que cada día, por desgracia para la humanidad, se deteriora un poco más.
Cuenta la leyenda que el dios Yopis cuando el mundo era nuevo, plantó un árbol en medio de la isla y de esta manera se desarrolló el crecimiento, tapando con el ello el Firmamento. Los indígenas de aquéllos tiempos no trabajaban, ya que éste permanecía oscuro; siempre era de noche, prácticamente no existía el día. Su población se caracterizaba por la pereza que tenían. Yopis mandó la consigna que lo destruyeran, hecho que fue consumado. Del árbol caído, de sus ramas y hojas surgieron en el Amazonas, los peces, los árboles y los animales. Nació la vida. Ahora, el árbol dela Seiba, sagrado para la gente que vive en el lugar, está protegido. Su vida llega a dilatarse hasta 1500 años, produciendo algodón.

En la actualidad, la vida de sus ciudadanos continúa conservando inalterablemente las tradiciones ancestrales, milenarias, que se pierden en los confines de su historia. La comunidad de Puerto Nariño está compuesta de tres etnias autóctonas: Tikuna, Cucana y Yaba. Viven de la pesca y la caza. Con flecha, arco y arpón pescan; y con escopeta, cerbatana y la trampa cazan, entre otras presas, el tintín, que es una de las predilecciones gastronómicas de la mesa de los indígenas del lugar.

En su rudimentaria y cotidiana vida social en los bosques, sus habitantes visten trajes que ellos mismos se fabrican con la corteza de un árbol de la selva conocido como “yam chama”, que machacando esta consiguen una tela muy fina. Después, la decoran con adornos que lucen especialmente para la gran fiesta dela Pelazón.

¿Pero qué es esto dela Pelazón? Suena raro, ¡No! De hecho es algo bastante impensable en cualquier sociedad del mundo.La Pelazónes un ritual muy sagrado para los indígenas. Veamos. Cuando la niña tiene la primera menstruación se “guarda” a la joven (tal como suena, “guarda”) durante dos, tres o cuatro años en una mosquitera (¿raro, nos les parece?). La mamá la “guarda” en un lugar aislado de la sociedad. Durante este periodo de tiempo ningún hombre la puede ver ni tan solo su padre. Resulta tan rígido el tema en cuestión, que en el supuesto de romperse este rito, puede llevarle hasta el extremo de ser sacrificada, según rigen las leyes de Nariño.

Cuando finaliza este periodo, toda la tribu lleva a cabo una gran fiesta a la que acostumbran a invitar a componentes de otras tribus indígenas de Brasil, Perú y de la propia Colombia, fiesta que se dilata por espacio de tres días, durante la cual llegan a comer kilos y más kilos de carne y de pescado. Todo ello conjugado con bailes milenarios de la tribu. Es una celebración a la que también se suman gentes que no son de origen indígena.

A partir de este momento, los padres ya pueden establecer el compromiso de boda con los padres del futuro marido, designando para ello a un componente de la tribu que hace de peticionario de la mano de la novia. Durante este festejo, los familiares, van arrancando los pelos de la novia uno a uno hasta dejarla totalmente calva.

En los últimos tiempos, las tijeras están dejando paso a un nuevo sistema de corte de pelo. La modernidad, aunque sea de una manera muy tímida, también está penetrando en la sociedad del Amazonas. ¡Sea bienvenida!

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