martes, octubre 15, 2013

ATERRIZAR CON MUCHO RIESGO

Las 10 pistas de aterrizaje más peligrosas del mundo

15 octubre 2013 | 1 Comentario
Pista Aérea Matekane, Lesoto. Si algún avión tiene problemas de frenos, esta es la peor pista posible. Termina abruptamente al borde de un acantilado de 600 metros de profundidad. Sólo pueden usarla aviones pequeños y de poco peso
Aeropuerto Internacional Princesa Juliana, San Martín. La pequeñez de muchas islas del Caribe hace que sus pistas de aterrizaje se construyan en ubicaciones riesgosas. En este caso, a metros de una playa muy concurrida.
Aeropuerto Courchevel, Francia. Ubicada a más de 2 mil metros sobre el nivel del mar, durante el invierno está completamente cubierta de nieve. Tras sortear peligrosas montañas, los aviones deben aterrizar en una pista corta y con gran pendiente.
Pista Aérea Matekane, Lesoto. Si algún avión tiene problemas de frenos, esta es la peor pista posible. Termina abruptamente al borde de un acantilado de 600 metros de profundidad. Sólo pueden usarla aviones pequeños y de poco peso.
Aeropuerto Juancho E. Yrausquin, Saba. Esta pista situada en otra isla caribeña es una de las más cortas del mundo. Los últimos metros son bajo el mar.
Aeropuerto Internacional Gibraltar. El territorio británico de Gibraltar tiene 6,2 kilómetros cuadrados de superficie, y prácticamente no hay lugar para la pista de aterrizaje. Por eso parte en dos a la carretera principal, que debe cerrarse cada vez que un avión despega o aterriza.
Aeropuerto Internacional de Barra, Hébridas Exteriores, Escocia. Lo curioso de esta pista de aterrizaje es que no existe. Es el único aeropuerto del mundo en el que los vuelos tienen que aterrizar en la arena.
Aeropuerto Paro, Bután. Ubicado en un reino situado en el corazón de la cordillera del Himalaya, es un verdadero desafío para los pilotos, que para llegar a él deben esquivar picos de 6 mil metros de altura, para luego aterrizar en una curva cerrada y descender entre casas donde vive población civil.
Aeropuerto Internacional Kansai, Osaka, Japón. Es como aterrizar en un portaaviones, ya que las dos pistas flotan en el agua, sobre una isla artificial. Son muy modernas y están conectadas a tierra por un puente de cuatro kilómetros.
Aeropuerto de Madeira, Funchal, Portugal. La pista, notablemente angosta, está arrinconada entre el mar y la ladera de una montaña, de modo que los pilotos no tienen margen de error. Está sostenida por pilares que se erigen sobre el agua.
Aeropuerto de Malé, Maldivas. Está a 1,8 metros sobre el nivel del mar, de modo que es prácticamente como aterrizar sobre el agua.
Fuente y Fotos/Infobae

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