lunes, octubre 21, 2013

Lo que nos dice Arturo Crosby





Por Arturo Crosby
Negar la existencia del cambio climático, en mi opinión, es algo incomprensible y dudo que existan expertos que puedan corroborar esa posible teoría, porque desde la existencia de nuestro planeta, ha habido cambios ambientales, evolución permanente y por tanto cambio climático. Acorde a los últimos informes del IPPC y si les interesa, les recomiendo esta información, las conclusiones de las últimas evaluaciones, son muy poco halagüeñas para nuestra especie. Pero permítanme, recordarles o puntualizar, porque se suele olvidar con mucha frecuencia, que el impacto de estos cambios ambientales, se traducen en impactos negativos para el ser humano, en esencia para sus actividades económicas y no para el ecosistema global de nuestro planeta, que seguirá evolucionando como siempre y obviamente obligara a muchas especies a nuevas adaptaciones o a su extinción.
El hecho que pueda subir el nivel del mar y en el peor de los escenarios hacer desaparecer núcleos urbanos, rurales o turísticos, afecta negativamente a la sociedad, pero los ecosistemas se auto regularán y evolucionaran como siempre lo han hecho. Sin embargo, las pérdidas económicas y sus impactos sociales, serán evidentemente muy graves.

En este mismo informe, se confirma que aunque se estancase o incluso disminuyera la emisión de gases invernaderos, principal causa humana, apenas habría variación de dichos efectos, en los siglos venideros. Por otra parte dudo que economías emergentes, tengan intención de reducir su actividad productiva y emisiva.

Es decir ante este escenario, donde se sabe que a nivel global, va a calentarse una media de entre 1.5 y 2ºC. A nivel regional o local, puede haber variaciones muy notables. Es decir que en zonas húmedas, puede incrementarse las precipitaciones o en zonas áridas, puede incluso disminuir.

Destinos turísticos
Aunque creo, que muchos ya se imaginan el impacto sobre la actividad turística, lo cierto es que un porcentaje elevado de la oferta turística, depende directamente del clima, véase el sol y playa, el urbano, deportivo, naturaleza, rural, etc.

A nivel de destinos turísticos, pues por poner ejemplos significativos, veamos los centros de esquí/nieve, campos de golf, turismo fluvial, pesca, caza,.. pero tendrá su repercusión en cualquier destino, con oferta al aire libre.

No es muy agradable pasear por una ciudad o pueblo a 45 o 50ºC, sobre todo si su leiv motiv es el patrimonio, terrazas, vida social, etc. y no pueden fabricarse capsulas, como los centros de esquí (Indoor ski centers) de Dubai o incluso en las afueras de Madrid, donde ha de mantenerse temperatura constante de -2ºC, en un entorno de entre 40 y 60ºC.

Se ha estimado que la contribución del turismo al cambio climático es del orden del 5%, siendo los transportes el 3% y el resto, los alojamientos (OMTNU 2008). Por tanto siendo muy pragmáticos la capacidad de mitigación del sector es pequeña, no así su efecto emocional en la sociedad, y por ende en los sectores más contaminantes.

Hay un hecho ineludible y que el sector turístico, lo ha ignorado bastante. Y es que no puede haber calidad turística, sin calidad ambiental.

Volvamos con los efectos del cambio en la actividad turística.
En turismo es casi más importante las emociones y percepciones que la realidad en sí misma.

Así, una percepción de “riesgo o peligro ambiental”, véase, olas de calor, inundaciones, lluvias intensas, o mil y una causa ambiental, condicionara el proceso de compra de cualquier consumidor y mas con el efecto de realidad aumentada, de los medios de comunicación.

Es cierto que muchos turistas en busca de destinos con sol, calor….cuando lo encuentren en su entorno cercano, perderán la motivación principal y el precio será una variable, que no puede existir siempre como efecto reclamo competitivo.

Los destinos y el sector turístico, en conjunto, deben aprender a anticiparse y planificar estrategias positivas de adaptación, búsqueda de oportunidades, mitigación, destinos más verdes, diseños eco-eficientes, empresas y empleos verdes y no un “green washing”, como hasta ahora.

Es hora de aplicar gobernanza pro-activa, en esta direccion, involucrando seriamente a la comunidad local o receptora. Y a pesar de lo que se dice, todavía recuerdo una entrevista a un alcalde de Groenlandia, que estaba muy contento, del calentamiento de su zona, para tener menos tiempo de nieve y hielo y así aprovechar su entorno y atraer más viajeros. Lo mismo pasa con los nuevos viticultores de los países nórdicos de Europa.

Estas zonas frías e inhóspitas para el turista, también se convertirán en destinos turísticos más accesibles y apetecibles para el mercado genérico, mientras que otras, les pasara lo opuesto.

Recuerden, que la percepción es clave en el éxito del turismo y el cambio climático es muy mediático.
Y que los cambios, como la crisis, perjudican a unos y benefician a otros, al menos turísticamente hablando.

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