Leonardo da Vinci lloró en su lecho de muerte
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Leonardo di Ser Piero da Vinci, nombre completo del ilustre personaje italiano, hijo de un notario y de una campesina, que empezó muy pronto a dibujar animales mitológicos de invención propia, inspirados de su profunda observación del entorno donde creció, fue llamado por su amigo el rey de Francia, Francisco I (en la recta final de su vida) a que aceptará la invitación de éste para viajar y establecerse en la región del Valle del Loire, en Bloise, en el Castillo de Clos Lucé, donde vivió los 3 últimos años de su vida, muriendo en los brazos de Francisco I, el 2 de mayo1519, alos 67 años de vida.
El Castillo de Clos Lucé, actualmente, está abierto a visitas de estudiosos, curiosos y turistas. En éste se conserva una parte importe de lo que fue la vivienda de Leonardo da Vinci. Muebles y pertenencias suyas se exhiben en este edificio que fue construido en 1471 sobre cimientos del siglo XII por Estienne Le Loup, mayordomo de la corte del rey Luís XI.
Al ingenioso personaje, que plasmó en un gesto, entre lo perenne y los fugaz, la enigmática sonrisa de la Gioconda, Francisco I le trató con todos los honores, nombrándole primer pintor, arquitecto e ingeniero del rey, concediéndole una renta principesca de 700 escudos de oro al año y financiándole sus obras. Tan solo le pidió el Rey a Leonardo, a cambio, el placer de escucharle conversar, placer que disfrutó casi todos los días.
Leonardo, para agradecer al rey los favores concedidos, ofreció (el 19 de junio de 1518) a Francisco I y a toda la corte un espectáculo de magia. El patio del Castillo de Clos Lucé estaba cubierto con una gran tela azul cielo y aparecían representados los principales planetas; el sol por un lado y la luna en el lado opuesto. Había 400 candelabros de dos brazos y, tan iluminados estaban, que parecía que la noche había dado paso al día.
Tras haber escrito que ningún ser va a la nada y al considerar la certeza de su muerte y la incertidumbre de su hora, hizo testamento y encomendó su alma a Dios, Soberano, Maestro y Señor. Dicen que lloró en su lecho de muerte por haber ofendido al Creador y a los hombres de este mundo al no haber trabajado en su arte como era preciso.
Leonardo da Vinci, un personaje irrepetible.
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